Una vida influenciada por los volcanes

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Aquí todo lo que vas a encontrar tiene que ver con los volcanes, como ocurre prácticamente en el resto de la Isla. Las construcciones de viviendas y especialmente las huertas de cultivo, de color claro, prácticamente amarillo, son ejemplos de lo mucho que en ellas tiene que ver la formación geológica del territorio.

La razón del tono ocre se encuentra en el tipo de volcanes habituales en la zona, de erupciones explosivas. Emitieron ingentes masas de ceniza, llamada pumita, que al caer al suelo se fue asentando paulatinamente, compactada  poco a poco por la lluvia y el propio paso del tiempo. El resultado es una tierra muy rica para el cultivo, llamada jable, y también un material perfecto para construir: la tosca (que es la pumita en bloques).

De los materiales volcánicos, uno que se exportó en cantidades ingentes fue la losa chasnera, principalmente rumbo a Sudamérica, donde se utilizó para muchas casas y edificios. Si recorres esta parte de la isla verás aún los restos de embarcaderos y sobre todo montañas a las que les faltan algunos trozos: son las canteras de donde se extrajo la piedra.

Es curioso como no todo en este territorio tiene un tono claro. De cuando en cuando sobresalen construcciones geológicas  que surgieron después del asentamiento de la pumita. Lo ves en los conos volcánicos de Montaña Roja o en Ifara, mucho más oscuros.