Centro Histórico de Güímar

Güímar está situado en la vertiente sur de Tenerife, dentro del espectacular Valle de Güímar. Su concurrido casco histórico está lleno de reconocidas construcciones. Puedes iniciar tu andadura por las calles del pueblo, visitando La Capilla de San Pedro de Arriba que está considerada Bien de Interés Cultural. En su interior encontrarás una hermosa talla de la Virgen de las Aguas y a “San Pedro el chiquito”, apodo con el que se conoce a una pequeña imagen de San Pedro a la que los fieles tienen especial cariño.

Te llamará la atención el Ayuntamiento de Güímar por lo carismático de su presencia. Tras ser edificado inicialmente como un convento dominico, ha sido utilizado a lo largo de los años como juzgado, escuela o incluso como academia de música. Conserva en su interior el patio central con ese aire colonial característico de los conventos tradicionales. Merece la pena que descubras su claustro de madera tallada.

Un lugar que no te puedes perder es la Iglesia de San Pedro Apóstol, declarada monumento, debido a su interés histórico. Ampliada en varias ocasiones durante los siglos pasados, alberga en su interior una anónima imagen de San Pedro Apóstol del siglo XVIII. Su torre, impasible al tiempo, parece contemplarlo todo con una serenidad contagiosa.

Puedes visitar la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán que originariamente formaba parte de un convento dominico al que arrasaron las llamas en un incendio en 1775. La iglesia está reformada y en su interior encontrarás imágenes religiosas del siglo XVII en muy buen estado de conservación.

La Iglesia de San Pedro de Abajo guarda una serie de particularidades que la hacen muy atractiva y profundamente familiar. Empezando porque se halla bajo la advocación de San Periquito, diminutivo cariñoso de Pedro, y porque dentro esconde dos tesoros. Uno es la imagen más antigua de este santo de la que se tiene constancia y otro es la campanilla colocada sobre la espadaña de la capilla, que perteneció a un antiguo vapor que encalló en las costas güimareras.

No pierdas la ocasión para pasear por las calles del pueblo, contemplando toda la arquitectura doméstica que contribuye a ofrecer al casco histórico de Güímar esa atrayente asimetría sacada de otras épocas.