La fauna de Tenerife, al igual que la del resto de las islas, tiene relación con la existente en el norte de África y el sur de Europa. No obstante, su principal rasgo diferenciador es el elevado porcentaje de endemismos (especies únicas en el mundo), propiciado por las condiciones de aislamiento genético que afectan a los animales instalados en una isla.
En Tenerife, estos endemismos se concentran principalmente en zonas como Anaga, Teno y las Cañadas del Teide. Además, uno de los grupos de animales más destacados de la Isla lo constituyen los invertebrados, con un total de 3000 especies de las cuales el 40% son endémicas. También cabe destacar las más de 200 especies de aves que sobrevuelan Tenerife durante el año.
Algunas, como las garzas o los patos, pasan por la isla buscando el buen tiempo en sus viajes migratorios. Otras, como la paloma turqué, la rabiche y el pinzón azul son especies únicas en el planeta que viven permanentemente en Canarias. En la costa, la pardela cenicienta o el águila pescadora también hacen las delicias de los aficionados a la observación de aves, una actividad regulada por la concesión de permisos en determinadas zonas.
El grupo de los mamíferos está representado por 13 especies, en su mayoría introducidas por el hombre. La llegada de los aborígenes hace unos 2.500 años supuso la entrada de ovejas, cabras, perros y cerdos al archipiélago. Se adaptaron tan bien que en Canarias existen razas autóctonas de estos animales. También se introdujeron el conejo, las ratas, la musarañita y el erizo moruno. La introducción más reciente ha sido la del muflón de Córcega, que se soltó en el Parque Nacional del Teide por intereses cinegéticos.
En cuanto a los reptiles, en Tenerife es posible encontrar muchos y merecedores de observarlos con atención, pues algunos no se encuentran en ningún otro lugar. Existen cinco especies en la Isla, de las que el lagarto moteado es endémico de Tenerife. De las cuatro especies restantes, la lisa y el lagarto tizón están también presentes en otras islas del archipiélago, donde cuentan con razas diferenciadas. Las otras dos especies son el perenquén y la salamanquesa rosada.
Respecto a los anfibios, se conocen en la Isla dos especies de ranas introducidas por los europeos y que abundan en los embalses y corrientes de agua. En algunos barrancos de Anaga y Teno se ha confirmado la presencia de anguilas, especie que se encuentra en peligro de extinción.
Además, a las Islas Canarias llegan “turistas” acuáticos de diferentes regiones del mundo. Especies de aguas frías del Atlántico Norte se encuentran junto a especies de aguas templadas e incluso animales llegados del Caribe, como muchas especies de tortugas marinas. Tenerife es también uno de los mejores lugares del globo para la observación de cetáceos, ya que en las aguas de la isla viven hasta 21 especies diferentes de estos animales.