Iglesia de la Concepción en La Orotava
Monumento Histórico Situado En Tenerife Norte
Los orígenes de este templo se remontan a 1516 con la construcción de una capilla varias veces ampliada, donde se celebraron las fiestas de la proclamación de Carlos V, el 22 de Junio de 1516. Sin embargo, los terribles terremotos de 1704 y 1705 ocasionados por el volcán de Güímar, la dejan en estado de ruina hacia 1758.
Las obras actuales se iniciaron en 1768 y finalizaron en 1788. Se contó con importantes aportaciones económicas de los emigrantes, sobre todo residentes en Cuba, llamados indianos. El templo es desde el 18 de Junio de 1948 Monumento Histórico-Artístico Nacional.
Las dos torres campanarios, de 24 metros de altura, quedan retranqueadas tras los planos laterales de la fachada. Sobresale el solemne cimborrio estructurado en 16 caras - da la sensación de ser octogonal pues dispone de 8 ventanales- sobre el que se eleva una cúpula sellada por una linterna de estilo neoclásico.
En el interior, las tres amplias naves están determinadas por poderosas columnas de base jónica, coronadas por capiteles de estructura corintia, todos diferentes en ornamentación.
La capilla mayor está presidida por un monumental tabernáculo, de los más importantes de Canarias, obra genovesa de 1823 en mármol y jaspe procedente del taller de Giuseppe Gaggini (1791-1867).
El púlpito, de idénticos materiales, fue ejecutado en el mismo taller.
De los seis retablos que alberga la iglesia merece especial atención el de La Concepción, obra de Francisco Acosta Granadilla, en la cabecera de la nave del Evangelio, y que perteneció a la fábrica anterior.
La imagen de la Inmaculada Concepción es obra italiana de Angelo Olivari, (primera mitad del S. XIX).
En la capilla que cierra la nave de la epístola, la imagen titular del retablo del Señor Predicador de 1667, se debe a Blas García Pulido.
Otras imágenes notables son: San Juan Evangelista, María Magdalena y una Dolorosa de Luján Pérez San Pedro Apóstol, una de las obras maestras del escultor orotavense Fernando Estévez.
De su patrimonio pictórico sobresalen los óleos: Entierro de Cristo y Ecce Homo, obras manieristas del S. XVI, de Cristóbal Ramírez, que pueden verse en la sacristía; La Inmaculada con San Ignacio de Loyola y San Francisco Javier, de Gaspar de Quevedo, junto al baptisterio.
Desposorios de la Virgen con San José, del pintor orotavense Cristóbal Hernández de Quintana, a los pies de la nave de la epístola.
El Museo Parroquial guarda una muestra muy completa de orfebrería, entre la que destacan: las andas de baldaquino para el Corpus, obra de Damián de Castro; la custodia de estilo gótico-manuelino de principios del s. XVI, custodia hecha en Córdoba también por Damián de Castro hacia 1768, en estilo rococó, por encargo del obispo de Canarias Francisco Xavier Delgado Venegas.
En el púlpito sobresalen las tallas del artista tinerfeño Rodríguez de la Oliva. En orfebrería destaca el trono de plata que traslada la imagen del Santo Entierro en semana santa, considerado entre los mejores de Canarias. En la sacristía se conserva el trono del Corpus, realizado por el cordobés Damián de Castro, autor del que se conservan también otras piezas.
Los hermanos Logman dotaron a este templo, donde ejercieron el sacerdocio, de valiosas obras, como la bella custodia llamada "de los Logman". La obra maestra de esta iglesia es para muchos la capilla de los Carta, en la antesacristía. Fue mandada construir por el capitán Matías Rodríguez Carta, en el s. XVIII, bajo la advocación de San Matías.
Su retablo es de una gran riqueza, en estilo barroco-churrigueresco. El altar mayor está presidido por la Inmaculada Concepción, excelente imagen del artista orotavense Fernando Estévez. El retablo es una de las más elegantes muestras del barroco en Tenerife. El templo conserva una de los mejores piezas de arte sacro de la Isla, el Cristo del Buen Viaje, del s. XVII, junto con otras piezas de valor como obras de los imagineros canarios Miguel Arroyo, Luján Pérez, Rodríguez de la Oliva, González de Ocampo y Fernando Estévez.
En cuanto a obras pictóricas, la iglesia alberga dos interesantes lienzos de Juan de Miranda, y otras obras anónimas. La iglesia cuenta además con un importante archivo musical y un órgano construido en Londres en 1862.