Centro histórico de San Juan de la Rambla

Considerado uno de los cascos históricos más bellos de todo Tenerife fue declarado Bien de Interés Cultural por la consejería de Educación en1993. Situado entre barrancos y abierto al aire marino de la costa, conserva una atrayente belleza marcada por una fuerte tradición canaria. Fíjate en sus plazas, en sus casonas o en las capillas y todo te señalará la espectacular arquitectura de la época. La abundante vegetación que lo rodea hace de este núcleo un sitio idóneo para descubrirlo con un pausado disfrute. Por eso no puedes perderte sus callejones llenos de encanto. Busca con la mirada cada rincón, cada matiz y déjate seducir por la mezcla entre naturaleza y las construcciones históricas.

Contempla cómo la Iglesia de San Juan Bautista ha seguido creciendo por las aportaciones de sus fieles y ha conseguido sobrevivir al tiempo y hasta a un mismísimo huracán. Entra y aprecia el gran valor de sus retablos llenos de una gran belleza cromática. Esta iglesia fue la piedra angular del crecimiento posterior del municipio.

Disfruta de la austeridad de la Ermita y Parroquia de San José que data de 1781 y es un símbolo para los vecinos del municipio. Visita el encantador Barrio de los Quevedos constituido por una quincena de inmuebles de estilo tradicional canario y algunas edificaciones recientes. En estas construcciones verás reflejados los patrones típicos de la arquitectura rural del norte de Tenerife. Este barrio está considerado Bien de Interés Cultural.

La casa La Alhóndiga hubiese sido un perfecto ejemplo de arquitectura de la época si las continuas reformas no hubiesen acabado con toda su historia salvo sus particulares muros. Y es que la casa ha servido de alhóndiga, de sala de juntas, de cárcel e incluso como primer ayuntamiento del municipio.

Situada en la Plaza de la Iglesia de San Juan Bautista encontrarás la Casa de los Alonso del Castillo que es otra valiosa muestra de la arquitectura de la época. Escucha el sonido amortiguado de tus pasos en el piso de madera de la Casa de los Delgado Oramas y disfruta de su balcón cubierto a tres aguas tan típico de Canarias. Observa todas esas ilustres casas familiares que se conocen por los apellidos de sus primeros moradores y que encontrarás desperdigadas por el pueblo. Cada una a su manera, consiguen darle a la zona una singularidad única. También debes visitar la Ermita de Nuestra Señora del Rosario, edificada en el siglo XVII en una hacienda privada, después de que su propietario obtuviera el permiso del obispado para construirla. Tiene un pequeño coro, un púlpito y un cuadro de la Virgen del Rosario en su altar mayor.