La singularidad del Barceló Tenerife reside en la combinación de exclusivos servicios e instalaciones con el patrimonio natural y cultural del bello entorno paisajístico en el que se ubica, en primera línea de mar y en plena naturaleza volcánica. Construido y decorado bajo la inspiración de las formas, colores y texturas de su entorno, la Reserva Ambiental San Blas, el hotel se integra en el paisaje, incorpora la flora autóctona, reduce el impacto medioambiental y mantiene su apuesta por el turismo sostenible.
Sus 279 habitaciones diáfanas y sus 59 exclusivas habitaciones Royal Level garantizan el máximo descanso a los huéspedes durante sus vacaciones en familia o pareja. Todas ellas cuentan con terraza amueblada y bañera de hidromasaje y, algunas de ellas, tienen vistas al mar.