Tenerife ofrece experiencias inolvidables, incluso más de las que se podrían imaginar, para los amantes del mar. El océano en su plenitud, playas, calas, piscinas naturales… con una gran diversidad natural, espectaculares paisajes y aguas cristalinas, la isla es un destino perfecto para disfrutar de los beneficios terapéuticos del agua y las actividades acuáticas. Con el verano a la vuelta de la esquina, he aquí una selección de lugares refrescantes, que ofrecen lo mejor de la libertad y la evasión.

Avistamiento responsable de cetáceos
En el sur de la isla de Tenerife, a unos cinco km de la costa, es posible descubrir uno de los mejores lugares del mundo para admirar cetáceos en su hábitat natural. Estas aguas albergan una colonia de delfines mulares y unos 400 calderones durante todo el año. La zona fue declarada «Zona Especial de Conservación» en septiembre de 2011 y está incluida en la Red Natura 2000, cuyo objetivo es garantizar la supervivencia de estas especies. La isla de Tenerife también cuenta con una carta de sostenibilidad para estas observaciones. Gracias a ello, es posible elegir una excursión en barco con una empresa responsable; estas compañías se comprometen a respetar a los cetáceos y su entorno, al tiempo que ofrecen una experiencia turística concreta y enriquecedora. Una experiencia que promete emociones extraordinarias, ¡como sentirse libre en el mar y en conexión directa con la fauna salvaje!

Baños increíbles en piscinas naturales
Estos rincones únicos de la isla, con sus caprichosas formas creadas por la roca volcánica, ofrecen pequeñas piscinas naturales en las que tomar el sol y volver a estar en contacto real con la naturaleza. La vista es espléndida, con montañas que se elevan hacia el cielo y olas que rompen contra el borde de estas piscinas naturales. En Bajamar o Punta del Hidalgo es posible disfrutar de ellas y de las propiedades terapéuticas de sus cristalinas aguas saladas. También, por qué no, de una puesta de sol excepcional…
Un espectacular paseo acuático bajo los acantilados
Explorar el litoral de la isla en kayak permite descubrir lugares insólitos a los que sólo se puede llegar por agua, como los impresionantes Acantilados de Los Gigantes, al oeste de Tenerife. Mientras se rema, es posible admirar un paisaje creado por la erupción volcánica y la erosión del viento y el mar. Visitarlos desde el mar ofrece una perspectiva única y espectacular, además de un momento de relax arrullado por el hueco de las olas. Y por qué no darse un chapuzón en las calas naturales para vivir una experiencia de inmersión y bienestar total.

Kitesurf adrenalínico en una de las playas más bellas de la isla
Uno de los deportes acuáticos más populares es el kitesurf. En Tenerife se puede practicar durante todo el año, y más concretamente en la zona de El Médano, donde el viento sopla 300 días al año y la temperatura del agua es templada. El Médano es una de las playas con más encanto del sur de la isla. Se encuentra en el municipio de Granadilla de Abona. Destaca por la belleza de su fina arena gris y la magnífica vista que ofrece del cono volcánico de Montaña Roja. Aquí acuden kiters de toda Europa para disfrutar de estas condiciones únicas. Aquí se celebran campeonatos nacionales e internacionales. Surcar el agua, sentir que vuelas, descargar adrenalina y disfrutar de un entorno idílico… ¿qué mejor manera de vivir intensamente la isla?

Maravillarse con un paraíso virgen: la salvaje playa de Benijo y su arena negra
Para los amantes de la naturaleza en estado puro, la playa de Benijo es una visita obligada. Aquí es posible deleitarse con un entorno salvaje excepcional y unas vistas de ensueño de los Roques de Anaga. Las puestas de sol son mágicas, sobre todo cuando el oleaje se mezcla con el rojo del horizonte y las siluetas de las rocas volcánicas que emergen del fondo marino. Su arena negra, derivada de los orígenes volcánicos del archipiélago, la hace aún más espectacular y misteriosa. Benijo es la playa más aislada de la zona de Taganana (El Roque de las Bodegas y Almáciga). Se accede a pie por un sendero con escaleras. En coche, se puede aparcar en las inmediaciones, cerca de varios restaurantes donde degustar platos típicos de la isla.
