Este templo, edificado en 1537 por deseo de Alonso Fernández de Lugo, es considerado Bien de Interés Cultural. Alberga un artesonado de estilo mudéjar profusamente decorado y una imagen de Nuestra Señora de los Ángeles perteneciente a la escuela italiana de finales del siglo XVI y otras obras de arte y orfebrería anteriores a 1800. El pino centenario ubicado en la parte trasera del templo fue testigo de la batalla que dio nombre al municipio, y se convirtió en el primer campanario de esta parroquia en la primera misa oficial tras la victoria de los conquistadores.