Ubicado frente a la plaza del Adelantado, se trata de un palacio que conjuga elementos barrocos, neoclásicos y manieristas. Es un ejemplo de arquitectura canaria que comenzó a construirse en el año 1585 por orden de Tomás Grimón, por entonces regidor de Tenerife. El palacio de Nava está declarado Bién de Interés Cultural con la categoría de Monumento desde 1976, aunque el estado de deterioro de algunos de sus elementos interiores han propiciado que se considerara en peligro.