La isla de las agradables caminatas

El senderismo es una forma magnífica de conocer sobre el terreno la diferencia entre las lavas “pahoehoe” -palabra de origen hawaiano que se refiere a las de forma lisa y redondeada- y sus contrapuestas, las rugosas y ásperas “Aa”, que en Canarias se llaman “malpaís” porque cuesta mucho caminar sobre ellas. Si lo haces, lo suyo es llevar un calzado de suela gruesa para que no te hagas daño en la planta de los pies con las rocas más puntiagudas.

Pero además, en el millar de kilómetros de senderos de Tenerife puedes recorrer todo tipo de paisajes, desde las extensas superficies de pinos del monte de La Esperanza a la frondosa laurisilva de las zonas de Anaga o Teno. Y simplemente deleitarte respirando aire puro en unos espacios naturales que difícilmente encuentras en ninguna otra parte del mundo.