Todas las musas de Tenerife nadan en el TEA (Tenerife Espacio de las Artes), o la meca que inspira a miles de personas a su paso por la isla canaria
AD x Tenerife despierta emociones
Carla es un nombre que flota por las playas y calles de Santa Cruz de Tenerife. Así se llama una joven de 14 años que podría estar mirando el horizonte desde una azotea o, simplemente, caminando con un helado en la mano mientras las palmeras se inclinan a su paso.

Pero ante todo, Carla es también el nombre de la escultura del icónico artista barcelonés Jaume Plensa que da la bienvenida al TEA (Tenerife Espacio de las Artes), o el paraíso artístico que rompe los tópicos de una isla de Tenerife limitada a las playas y el Teide.
Patti Smith y Warhol, ya lo sabían.
TEA: el arte, según Tenerife
A Tenerife viajamos por sus noches templadas, las rutas de senderismo entre valles fragantes, playas volcánicas que grabar en la memoria y el pico del Teide, el cual inspira la mejor fantasía vertical. Sin embargo, cuando hablamos de “arte” y “Tenerife”, todas las miradas apuntan hacia el TEA (Tenerife Espacio de las Artes), todo un referente en la isla y una de las visitas más fascinantes a tu paso por Santa Cruz de Tenerife.
Custodiado por “Carla”, la escultura de Jauma Plensa inaugurada este año, el TEA invita a recalibrar los sentidos a través de instalaciones y exposiciones que hacen cosquillas al legado de la isla, su historia y cronología arty.

Obra de los arquitectos suizos Herzog y De Meuron y por el tinerfeño Virgilio Gutiérrez, el TEA es una iniciativa promovida por el Cabildo de Tenerife que alberga el Instituto Óscar Domínguez, el Centro de Fotografía Isla de Tenerife y la biblioteca de la Red Insular.
Una infraestructura cultural sin precedentes en el archipiélago cuyos elementos diagonales se roban todo el protagonismo para inducir al visitante en un mundo de suelos inclinados y diversos niveles combinados con cristaleras y pasajes. El resultado es una experiencia dinámica tanto en el exterior como en el interior. Siempre, eso sí, con las vistas del barranco de Santos como hilo conductor de un espacio donde naturaleza y urbanismo se funden a través de un diálogo universal que vuelve a confirmar esa relación no tan conocida entre Tenerife y arquitectura.
Desde su inauguración en 2008, el TEA ha acogido propuestas artísticas de carácter contemporáneo que abarcan un abanico inmenso de propuestas cinematográficas y musicales, además de obras de Andy Warhol, Ansel Adams, Patti Smith, Carlos Schwartz, Dorothea Lange o Henry Moore, entre otros muchos.
También tiene en depósito la Colección Ordóñez Falcón de Fotografía, una de las colecciones privadas más importantes de Europa; y la mayor colección del pintor surrealista tinerfeño Óscar Domínguez.
Historias maceradas entre palmeras y volcanes donde la mirada de tantos artistas convierten Tenerife en un destino de tantas pinceladas como escenarios naturales de ensueño. Solo entonces, mientras seguimos las pisadas de Carla, descubrimos esa otra Santa Cruz de Tenerife donde arquitectura, arte y entorno entablan una conversación tan eterna como refrescante.
