Tenerife es un destino que ofrece infinidad de posibilidades para vivir experiencias inolvidables. Quienes visitan la isla, de hecho, tienen que decidirse entre la amplia diversidad de idílicos rincones con los que cuenta. Aunque lo más impactante siempre será lo que vivirán en ellos. Son muchísimos más. Pero esta una propuesta de los diez imprescindibles en Tenerife.
Adentrarse en su espectacular naturaleza. Tenerife cuenta con 43 espacios protegidos que ocupan la mitad de su territorio. Entre ellos, destaca el Parque Nacional del Teide, declarado por la UNESCO Patrimonio Mundial de la Humanidad. Con sus 3.718 metros, cuenta con el pico más alto de España. Es un espacio volcánico virgen en el que un teleférico permite ascender hasta muy cerca de la cumbre, con unas vistas espectaculares de la propia isla y del mar, hasta donde alcanza la vista. En el Parque Rural de Anaga, y en el de Teno, con sus bosques de Laurisilva, sus helechos gigantes y su aire de mágico cuento de hadas cautivan todos y cada uno de los sentidos de las personas que lo visitan. Además de los Acantilados de Los Gigantes, con una altura de hasta 600 metros sobre el mar, entre otros de los lugares naturales que son parada obligatoria.

Disfrutar de sus infinitas opciones de ocio. Pasar estupendos y divertidos momentos está asegurado en Tenerife gracias a su amplia oferta de ocio: beach clubs y roof top bars de ensueño, originales y variados espectáculos, y festivales con las estrellas más rutilantes del panorama musical mundial. Pero hay otras opciones, como tumbarse en cualquiera de sus increíbles playas a tomar el sol o realizar un sinfín de actividades como kayak, windsurf, surf o buceo. El ciclismo, el senderismo o el parapente, para sobrevolar sus increíbles paisajes, están igualmente al alcance. Un destino ideal para los amantes del deporte.

Refrescarse en sus idílicas playas y piscinas naturales. Las playas de Tenerife combinan perfectamente con su sol y sus excelentes temperaturas durante todo el año, que atraen a muchísimos viajeros durante las cuatro estaciones. De arena rubia o negra (color que otorga el origen volcánico de la Isla). Las hay en el norte y en el sur, y ofrecen la posibilidad de bañarse y broncearse al gusto. Las piscinas naturales creadas por la lava al solidificarse son una alternativa igual de auténtica y gratificante.

La increíble experiencia de avistar cetáceos. En las aguas del sur de la Isla, a unas tres millas de la costa, es posible navegar entre cetáceos los 365 días del año. Tenerife es uno de los mejores lugares del mundo para su avistamiento, al acoger una colonia estable de delfines mulares y de cerca de 400 calderones tropicales. Contratar una excursión con una empresa autorizada y con embarcaciones con etiqueta de ‘barco azul’ es una experiencia absolutamente enriquecedora e inigualable durante un viaje a la isla.

Descubrir ciudades y pueblos que rebosan encanto. La arquitectura más vanguardista es uno de los mayores atractivos de la capital, Santa Cruz. El Auditorio de Tenerife, el Centro Internacional de Ferias y Congresos, ambos, obras de Santiago Calatrava, o el TEA, Tenerife Espacio de las Artes, de Herzog y De Meuron, son una excelente muestra. En La Laguna, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, destacan sus casonas y patios tradicionales, igual de bellos que los de otros cascos históricos que también merecen ser descubiertos, como los de La Orotava, Garachico o Icod de los Vinos, por mencionar solo tres de entre todos los que aguardan al viajero en su recorrido por la isla.

Degustar una cocina exquisita. La gastronomía tinerfeña ha evolucionado en los últimos años y ha dado lugar a una cocina creativa y original, con productos de calidad como el atún, el cochino negro o el aguacate. Todo ello acompañado de vinos locales, cuya historia se remonta al siglo XV. Las variedades de uvas, el clima y las peculiaridades del suelo volcánico de la isla hacen que los vinos sean de una originalidad y personalidad inigualables. Además, cinco restaurantes de la isla cuentan con estrellas Michelin, reflejo de la calidad de una cocina que merece ser degustada. .

Recrearse en sus parques temáticos inolvidables. La diversión es en Tenerife apta para grandes y pequeños. Y en los parques temáticos, repartidos de norte a sur, ésta no se acaba nunca. Desde Siam Park, un parque acuático con atracciones y toboganes para niños y mayores, a Loro Parque, ‘natural embasy’, que cuenta con toda clase de especies animales, o Pirámides de Güímar, un parque botánico y etnográfico, con historias dignas de ser conocidas por cualquier viajero explorador. Muchos establecimientos se han enfocado igualmente a las familias. ¡Algunos hoteles son auténticos parques temáticos!

Observar su cielo puro y claro. La calidad del cielo de Tenerife, considerado uno de los mejores del planeta para observar las estrellas por su limpieza y claridad, le han llevado a ser designado Reserva y Destino Starlight. En la isla tiene sede el prestigioso Instituto de Astrofísica de Canarias y se levantan telescopios en los que trabajan equipos científicos nacionales e internacionales. Una experiencia inolvidable siempre será también deleitarse mirando las estrellas. Existen empresas que ofrecen esta actividad de observación con telescopios, con guías especializados y tentempié.

Imbuirse en un mundo de tradiciones. Tenerife es una isla auténtica por sus celebraciones tradicionales. Las romerías son una de las mejores muestras de la cultura de la isla. Desde marzo y hasta septiembre las carretas y la comida típica -con las papas y los mojos, el vino de la tierra y la carne como protagonistas-, toman los pueblos de la isla. Los días del año en Tenerife están repletos, también, de fiestas populares. Muchas de claro carácter religioso. La Semana Santa, especialmente en La Laguna, o el Corpus Christi, con parada obligada en La Orotava para admirar sus tapices de arenas del Teide, son muy recomendables. Y en febrero, el Carnaval toma la isla, especialmente su capital, Santa Cruz, con uno de los más llamativos, coloridos y concurridos del mundo.

Cuidarse y relajarse. Tenerife reúne excelentes condiciones como lugar de vacaciones. Desde una excepcional planta hotelera de cuatro y cinco estrellas hasta múltiples centros de spa y wellness para relajarse. Pero, además, la isla aúna una completa y moderna infraestructura sanitaria y unos profesionales con experiencia nacional e internacional que convierten a Tenerife en un lugar perfecto para combinar una estancia con la posibilidad de someterse a un tratamiento médico o quirúrgico con las máximas garantías y certificaciones médico sanitarias exigidas como territorio de la Unión Europea que es. Sin olvidar las importantes ventajas económicas que brinda frente a otros países.

Tenerife es, en definitiva, el destino perfecto para vivir experiencias al aire libre, durante cualquier mes del año, y en el que sus excelentes instalaciones alojativas de lujo y gran lujo, culturales, patrimoniales o de ocio despertarán las emociones más diversas entre sus viajeros. De todas, es más que probable que destaquen aquellas que provoquen la más sincera sonrisa al recordar la diversidad de experiencias vividas en la isla. En todo caso, la mejor opción para descubrirlo siempre será viajar hasta ella.