El patrimonio cultural cuenta una historia colectiva, las tradiciones e identidad de un grupo social. Desde monumentos históricos y yacimientos arqueológicos hasta prácticas culturales inmateriales. Este legado es un puente entre el pasado y el futuro. Sin embargo, en un mundo que enfrenta desafíos medioambientales sin precedentes, la preservación de este patrimonio debe ir de la mano con la sostenibilidad.
La Unión Europea reconoce que el patrimonio cultural no solo tiene un valor intrínseco, sino que también contribuye significativamente al desarrollo sostenible. La sostenibilidad en este contexto abarca tres dimensiones fundamentales: medioambiental, social y económica.
Turismo cultural sostenible
El turismo cultural representa una oportunidad y un desafío para la sostenibilidad del patrimonio. Por un lado, puede generar recursos económicos esenciales para la conservación; por otro, la masificación turística puede degradar los sitios patrimoniales y alterar las comunidades locales. Algunas herramientas de innovación pueden ser de gran utilidad para gestionar la masificación turística y respetar el entramado local.
Algunas de las recomendaciones de la Comisión Europea para conseguir un turismo más sostenible y equilibrado son: distribuir los flujos turísticos de manera más equilibrada, involucrar a las comunidades locales en la gestión del turismo cultural, fomentar prácticas turísticas respetuosas con el medio ambiente y diversificar la oferta cultural.
Innovación y tecnología al servicio del patrimonio cultural
La innovación tecnológica está transformando la manera en que conservamos nuestro patrimonio cultural, ofreciendo soluciones sostenibles y eficaces. La digitalización se ha convertido en una herramienta fundamental para documentar con precisión y preservar el patrimonio en situación de riesgo, creando registros detallados que perdurarán en el tiempo. Paralelamente, las tecnologías de eficiencia energética están siendo implementadas en edificios históricos, permitiendo reducir significativamente su consumo energético sin comprometer su valor patrimonial.
En cuanto a la gestión turística, los sistemas avanzados de control de visitantes están demostrando ser esenciales para evitar la saturación de sitios patrimoniales populares, distribuyendo los flujos de turistas de manera más equilibrada y sostenible. Complementando estas medidas, las plataformas digitales han abierto nuevas posibilidades para la accesibilidad cultural, permitiendo que personas de todo el mundo puedan explorar y aprender sobre el patrimonio cultural sin necesidad de desplazarse físicamente, democratizando así el acceso a nuestra herencia común.
Iniciativas locales: SSD Tenerife
En este contexto global, iniciativas locales como Sandbox Tenerife están marcando la diferencia al implementar principios de sostenibilidad e innovación en la gestión del patrimonio cultural. Este proyecto apuesta por un modelo que integra la conservación del rico patrimonio canario con prácticas sostenibles, demostrando que es posible conjugar la preservación de nuestra herencia cultural con un compromiso firme con la sostenibilidad.
