El proyecto Sandbox Smart Destination Tenerife (SSD Tenerife) se distingue por un elemento central innovador: la Innovación Clara. Este concepto clave no solo abarca la utilización de tecnología avanzada en el sector turístico, sino que también incorpora un principio fundamental: el Derecho a Entender. El objetivo es asegurar que todos los procesos y avances sean accesibles y comprensibles para todos los ciudadanos y visitantes.
La Innovación Clara se centra en la aplicación del Derecho a Entender, que es el principio de que todas las personas deben tener la capacidad de comprender la información que les afecta directa o indirectamente.
Este derecho implica que la comunicación de las innovaciones no solo debe ser transparente, sino también adaptada para ser entendida sin necesidad de conocimientos técnicos especializados. La idea es facilitar la explicación de la tecnología y los procesos innovadores para que cada individuo pueda participar activamente y beneficiarse de ellos.
SSD Tenerife sobresale no solo por la implementación de inteligencia artificial y el análisis de datos en el sector del turismo, sino por cómo estos elementos se comunican claramente a través del concepto de Innovación Clara.
Los proyectos piloto pueden abordar retos como la gestión sostenible de recursos o la optimización de la movilidad. Pero, en cualquier caso, todos tienen el objetivo de mejorar la experiencia del visitante y el bienestar de los residentes locales. Es muy importante que esos avances sean comunicados de forma que todos los implicados los entiendan y puedan participar en los cambios.
El papel crucial de la Innovación Clara en la preparación de Tenerife para el futuro es el de actuar como un catalizador que no solo acelera la innovación, sino que también construye una comunidad más informada y comprometida. Es esencial para nuestro objetivo de ser líderes en turismo inteligente y sostenible.
Este enfoque posiciona a SSD Tenerife como un modelo pionero, no solo en términos de innovación tecnológica, sino también en cómo la tecnología puede ser efectivamente comunicada y utilizada de manera comprensible por la sociedad, elevando los estándares de participación ciudadana en el turismo.