Kika Luczak es muy conocida en el sector turístico tinerfeño, después de más de 15 años como directora de ventas en importantes cadenas hoteleras en las Islas.
Lo que puede que sea menos público es que el año pasado Kika decidió liarse la manta a la cabeza e hincarle el diente al sector tecnológico.
Quizá inspirada por el espíritu de aventura de la aviadora Amelia Earhard, dejo atrás la gestión turística y se tituló como piloto de drones. Y no de cualquier manera. Su empresa DataDron, de la que es socia fundadora, se ha abierto un hueco en el mercado con drones de última generación y alta tecnología, lo que le permite dar un servicio diferenciado al sector turístico e industrial de Canarias.
¿Y cómo puede la fotografía aérea de alta precisión aportar valor a las empresas?
Mediante la adquisición y análisis de datos aéreos, incluyendo topografía (fotogrametría), inspecciones industriales y audiovisuales con aeronaves no tripuladas.
Esto se traduce en que puede detectar anomalías en el sector industrial antes de que se produzca un problema real, analizando con ayuda de inteligencia artificial las imágenes térmicas (si cuentas con un súper dron tipo Matrice 210V2 con una cámara exceptcional XT2, como el de DataDron). Lo que ahorra muchos costes a las empresas, especialmente del sector de las energías renovables, y no expone a las plantillas a entornos peligrosos.
Además, este tipo de fotografía tecnológica produce mapas y planos topográficos muy precisos del terreno, ahorrando tiempo y costes.
Y un caso de uso muy importante se da cuando los profesionales son especialistas en realizar vídeos aéreos a medida, para aquellas empresas que quieren mejorar la estrategia de marketing de contenidos, aumentando su visibilidad e ingresos.
En esta amena entrevista Kika nos cuenta lo que aportarán los drones a la sociedad del futuro, y cuál es su receta para la innovación en el nuevo escenario post-Covid.