Tomás Azcárate es una de las mayores autoridades mundiales en turismo sostenible. Desde hace más de 20 años preside el Instituto de Turismo Responsable (ITR) (https://www.responsibletourisminstitute.com/es). Ha sido secretario general de la Delegación Permanente de Medio Ambiente de la Asamblea de Regiones de Europa, presidente de la Asamblea de Medio Ambiente de Andalucía, y máximo responsable del MAB-UNESCO, el programa de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible responsable de la Red Mundial de Reservas de la Biosfera.
Miembro del Consejo Nacional de Turismo, en colaboración con el Instituto para la Calidad Turística Española ICTE) participa en la elaboración de los protocolos de recuperación turística poscoronavirus.
Tomás nos habla de la certificación Biosphere, que se aplica ya en 14 países del mundo, y a la que se incorpora ahora Tenerife, en un proceso que convertirá en un laboratorio internacional para la aplicación de los 17 ODS, Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, y en el que participarán todos los actores relacionados con el sector turístico, desde las instituciones a las empresas locales, los turoperadores o los propios turistas. Este experto valora muy positivamente la apuesta del Cabildo por la sostenibilidad y vislumbra un futuro en el que la cultura de la sostenibilidad ocupe un papel preponderante en los destinos en general y en la isla en particular.
P. ¿Cómo se llega hasta la certificación Biosphere?
R. La obtención del sello Biosphere significa un compromiso con el cumplimiento de los objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas así como por acercarse a las metas de desarrollo sostenible. Hasta los años 70 el desarrollo tenía un concepto de crecimiento, no de desarrollo. A partir de entonces, la ONU hizo un llamamiento en la I Conferencia Mundial de Estocolmo de Medio Ambiente y Desarrollo sobre que el planeta no podía soportar este modelo de desarrollo. La cumbre fue un precedente muy importante, el inicio de una nueva búsqueda de modelo para el planeta que culmina en el año 92 con la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, donde se define por primera vez lo que es el desarrollo sostenible. De ahí surgieron convenios como el del Cambio Climático o de Biodiversidad.
P. Aunque el turismo seguía sin tener mucho peso…
R. Como consecuencia de esa cumbre, uno de los sectores más importantes, el turismo, no se tiene muy en cuenta. Siempre ha sido la asignatura pendiente. Esa es la razón que lleva a la celebración de la I Conferencia Mundial de Turismo Sostenible de 1995, donde se elabora la primera Carta Mundial de Turismo Sostenible y por la que se crea en 1997 el Instituto de Turismo Responsable, bajo el amparo de la UNESCO, que elabora el sistema Biosphere de turismo responsable en colaboración con diferentes organismos internacionales. Lo que ha hecho Biosphere es adaptar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU de 2015 al sector turístico, tanto al destino como a empresas e instituciones.
P. ¿Qué significará para Tenerife obtener el sello Biosphere?
R. La obtención del sello Biosphere permitirá a Tenerife tener una visión integral de la sostenibilidad, cómo alcanzar las metas que propone Naciones Unidas en sus 17 objetivos, para lo que hemos elaborado una guía sobre su aplicación a los destinos. En el caso de la isla, se va a convertir, con su compromiso y actuaciones, en un laboratorio internacional para su aplicación. Con esta visión, se va a sumar a algunas otras iniciativas a nivel mundial que se desarrollan en lugares como EEUU o Canadá, pero será la primera isla que lo va a hacer. Va a ser también novedosa en relación con la incorporación de todas las empresas del sector a la sostenibilidad, con estos nuevos objetivos y metas. Todo ello supone un gran avance, tanto en temas de comunicación como en actividades que desarrolla con turoperadores, guías, etc., que van a estar integradas en esa visión. Y también va a influir en su posicionamiento en relación con el Objetivo número 3, que es el de la salud y su garantía hacia el turista y hacia el destino.
Esa visión integral, con ese enfoque, es la que vamos a aplicar por primera vez en Tenerife, porque va a ayudar a reposicionarlo a nivel internacional, y donde también vamos a tener en cuenta el poscoronavirus, para lo que hemos igualmente desarrollado un manual.
P. ¿Qué balance podemos hacer de los destinos hasta ahora en materia de sostenibilidad?
R. Canarias, y en general España, apostaron por el desarrollo del sol y playa fuerte desde los años 70 y 80 del siglo pasado, además de que ha sido muy dependiente del exterior y de las crisis exteriores. Y tampoco se han desarrollado otros instrumentos. Por ejemplo, Canarias es Reserva de la Biosfera a nivel internacional, casi todas las islas tienen alguna, pero sin embargo, los recursos turísticos integrales no se han terminado de poner en valor. Esto está cambiando, afortunadamente, en los últimos años.
P. El Cabildo insular está haciendo una apuesta por la sostenibilidad en el turismo
R. Lo que está haciendo el Cabildo de Tenerife me parece fantástico, que haya una respuesta fuerte para que el sector cree instrumentos que permitan el reposicionamiento en el caso de la sostenibilidad. Tengo que felicitar a la corporación por esa apuesta que ha hecho porque es una oportunidad para el destino.
P. ¿Cómo vislumbra el futuro del turismo en la isla?
R. El ideal pasa por el equilibrio de la sostenibilidad, tanto de la parte económica como de la social y cultural y la medioambiental. Lo primero que tiene que cambiar es la parte cultural del mundo intangible, que todos sepamos que la sostenibilidad tiene que tener unas reglas diferentes en las personas y en los valores del destino, que todos le demos esa importancia y seamos más sensibles a estos problemas. Que sepamos que todos tenemos que ir juntos de la mano. Tenemos que mirar más a la tierra y ser menos dependientes del exterior, ser mucho más solidarios entre nosotros mismos y que haya un mayor equilibrio en la distribución de la riqueza en el destino.
