Ambas ofrecen excursiones para hacer submarinismo e inmersión adaptada y observación de cetáceos con proyección científica y académica

 

 

 

 

 

 

 

Las Américas, esa ciudad turística del municipio de Adeje que en pocos años se ha convertido en una importante urbe vacacional, se despereza a primera hora de la mañana con parsimonia entre paseos al borde del mar, los desayunos en las terrazas, el primer baño en la playa o con los preparativos de una jornada marinera para hacer submarinismo o visitar cetáceos y delfines, entre otras de las muchas actividades que ofrece este destino con seguro de sol.

Dos de las empresas especializadas en excursiones marinas de la localidad, Atlantic Eco Diving (AED) y Atlantic Eco Experience (AEE), comparten un mismo escenario, el océano, y actividad, salidas guiadas, pero con distintas tareas. La primera de ellas se dedica a organizar y gestionar travesías en barco para buceadores, tanto principiantes como expertos, con un valor añadido: ofrece el mismo servicio para personas con movilidad reducida. La segunda enfoca su actividad en la observación
de cetáceos con proyección científica en colaboración con la Universidad de La Laguna y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

Higinio Guerra, director gerente del grupo empresarial, explica que AEE inicio su andadura en el año 2015, mientras que AED lo hizo un año después, y que ambas están unidas por la conservación del medio ambiente, tanto en superficie con los cetáceos como bajo el mar con la fauna y flora submarina. También señala que AED tiene su potencial en la venta online y que colabora directamente con el complejo de apartamentos para personas con movilidad reducida Mar y Sol de Los Cristianos, en el municipio de Arona, cuyos clientes pueden viajar en un barco absolutamente habilitado para ir sentados en sus propias sillas abordo.

“Durante el tiempo que los clientes están con nosotros, uno de los principales valores que les ofrecemos es la información sobre el entorno en el que van a bucear, aspectos de la flora y la fauna que se van a encontrar, que es la del suroeste de la Isla, y siempre, antes y después de la inmersión, el mensaje es el mismo, el de la conservación como seña de identidad básica de la empresa”, señala.

“Ofrecemos tanto la iniciación en el buceo, que llamamos bautizo, como la realización de cursos para obtener la licencia Padi, que es la certificación de permiso para bucear”, añade el máximo responsable de AED y AEE, las dos empresas unidas que cuentan además con cuatro empleados: dos instructores, ambos especializados en la actividad con personas con movilidad reducida; un biólogo marino, que ofrece toda la información precisa a los clientes sobre la fauna y la flora marina y especialmente sobre los cetáceos, y finalmente la capitana, que pilota con seguridad los barcos que utiliza el grupo para llevar a cabo su cometido y que disponen entre sus prestaciones hidrófonos para escuchar los sonidos que emiten los mamíferos marinos bajo el agua.

Además, Higinio Guerra es también presidente de la Asociación de Cetáceos del Sur de Tenerife y alaba la Carta de Sostenibilidad para la Observación de Cetáceos de Turismo de Tenerife: “Es una herramienta fundamental para determinar qué embarcaciones están habilitadas para desarrollar la actividad bajo los parámetros de respeto y conservación de la fauna”, afirma; para añadir que eso se ha conseguido luchando junto al primer organismo turístico de la Isla ante la indiferencia de otras instituciones regionales.

Del medio en el que desarrollan las excursiones, una zona especial del océano de esa parte de la Isla, el director gerente de AED y AEE afirma rotundamente que es “un recurso natural que demanda un estudio de capacidad de carga” y que, hasta que este no esté listo y no se sepa hasta dónde se ha traspasado la línea de conservación natural, “necesitamos detener la concesión de permisos de más embarcaciones en la zona”, precisa.

Preguntado por si siempre que se sale en barco los clientes llegan a ver cetáceos y fauna marina, Higinio Guerra responde: “Tenemos la gran suerte de contar con especies residentes, como el calderón tropical o el delfín mular, que siempre están ahí”.

Y están allí siempre como ellos mismos, como Higinio, Mirna, Antonio y David, que conforman una tripulación experimentada que desprende simpatía y camaradería marinera por los cuatro costados, a babor y a estribor, a proa y a popa; un seguro a todo riesgo y una fuente de conocimiento para navegar sobre las aguas azules de un paraíso marino que es necesario preservar como uno de los recursos más precioso que Tenerife puede ofrecer al mundo.

Leave a Reply

Your email address will not be published.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.