Me gusta compartir las cosas buenas y ayer jueves tuve la suerte de asistir al nacimiento de una iniciativa, que a fuego lento, lleva tiempo cocinándose: Saborea Tenerife. La constitución del Club de producto “Saborea Tenerife” tiene como objetivo esencial articular la gastronomía de la Isla para integrarla en nuestro producto turístico. Qué responsabilidad ¿no? Un mercado de cinco millones de clientes al año a quienes podemos ofrecer lo mejor de nuestra tierra y de nuestros fogones. Combinando lo tradicional y lo vanguardista, lo antiguo y lo nuevo, nuestra esencia y nuestras señas de identidad. Negocio y responsabilidad, ambas cosas unidas.
Para la presentación elegimos un lugar especial, Bodegas Tierra de Frontos en el sur. Fernando Luengo, bodeguero con oficio y recorrido, nos brindó un espacio singular lleno de magia y encanto. ¡Imposible que este Club no llegue a buen puerto con este bautismo…! La primera parte de la jornada la dedicamos a trabajar en torno a tres mesas temáticas: una de “cocineros”, otra para tratar los iconos gastronómicos de Tenerife y la tercera, para analizar las barreras existentes entre el sector primario y el terciario. Alrededor de 40 personas, entre empresarios y profesionales nos acompañaron. Entre ellos, Teobaldo, de El Aderno, espectacular repostero que trabaja desde las opciones más tradicionales como sus famosos rosquetes, ¿quién no los ha probado?, a sus delicatessen de chocolate. O Juan Carlos Clemente, chef de prestigio y personalidad, que está trabajando desde Iberostar para ofrecer un producto de alta calidad en esta importante cadena hotelera. O los gestores de una joven empresa MAAR, Pili y Jose que se han lanzado una aventurera y fascinante actividad, comercializar nuestros mejores vinos en Europa. Todo un ejemplo de emprendimiento y nuevos modelos de negocio. O Toni, de Pastelería Díaz, que ha revolucionado su empresa familiar con una incursión en el mundo del catering. Presentación y sabores de diseño innovadores son su tarjeta de visita.

Asistieron también varios propietarios de fincas ecológicas como Finca Las Dulces o Faustino Álvarez, además de José Luis, del Molino de Gofio la Molineta, Julio Velázquez del lagar de Julio y Ricardo de la Cooperativa Fast. Representantes de bodegas ejemplares como Bodegas Insulares o Tierras de Aponte, además de Frontos. El municipio de Tegueste tuvo una presencia especial con Bárbara del restaurante Casa Mi suegra que nos anunció en primicia su nueva oferta de “montaditos canarios” (pero contundentes, nada de ligerezas) o el Mercadillo del Agricultor, el primero y único certificado en Canarias con la norma ISO 9001 de calidad.

Otros chefs importantes con quienes tuvimos la suerte de compartir tierra sureña fueron Pablo Pastor del restaurante Azulón, Pablo Aznar de GH Hoteles, David Moraga del hotel Villa María, Javier Mora del hotel La Plantación, Lázaro Rodríguez del hotel Jardín Tropical o Fito (quien da nombre a su restaurante) , Angel Muñoz de Ardeola y Juan Carlos González, profesor de cocina. Algunos profesionales del mundo de la cultura y del ocio, como Frenando Shönfeldt de la Casa Lercaro de la Orotava, Irina de El Cardón, Antonio Bentabol de la Casa de la Miel o Hermógenes Vera del museo de la Malvasía forman parte también del Club de Producto,  junto a  Jose Carlos Marrero como coordinador del Plan de Gastronomía y Carmen Calzadilla de Agricultura del Cabildo. Y arropándolo, en calidad de colaboradores, entidades y asociaciones como Ashotel, Tenerife Rural, Asaga, Slow food, el Consejo Regulador Tacoronte-Acentejo y la asociación canaria Cochino negro. Todos, junto a algunos representantes de medios de comunicación como Island Connections y el Diario de Avisos  y  junto al equipo de Turismo de Tenerife,  tuvimos la suerte de compartir una intensa mañana de trabajo y celebración.

A continuación de las Mesas tuvo lugar la rueda de prensa en un sencillo acto al aire libre, donde destacamos varios titulares. Uno en boca de Nuria Delgado, la concejal de Turismo de Granadilla, que comentó la rica oferta que tenía el municipio y como muestra destacó la Bodega donde nos encontrábamos. Otro, de José Joaquín Bethencourt, el consejero de Agricultura del Cabildo que aludió a la suerte que tenemos en Tenerife de tener tantas señas de identidad auténticas, siendo una de ellas la gastronomía. «Mientras que otros destinos turísticos tienen que hacer grandes esfuerzos por encontrarlas o inventárselas, a nosotros nos sobran». Y el tercero, de Carlos Alonso, nuestro consejero de Turismo y vicepresidente del Cabildo, que concluyó la presentación diciendo “ que con tan buenos ingredientes (refiriéndose a los empresarios asistentes) es imposible no cocinar un buen producto”. ¡Seguro que sí!

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