Arquitectura doméstica

Arquitectura tradicional en Tenerife

Las fachadas de estas construcciones suelen ser sencillas, con pocos adornos, que se dejan en exclusiva para las grandes balconadas de madera, cuajados de celosías, de amplio vuelo sobre la calle. Las ventanas cierran en guillotina y, por lo general, disponen, en el interior, de asientos adosados a la pared. Los patios interiores, auténticos jardines, en los que, de vez en cuando, todavía hace su aparición la destiladera (un curioso y bello artilugio para filtrar el agua y mantenerla fresca),

están rodeados por una galería, sostenida por unas columnas de pino tea, que da a las habitaciones y aposentos de la casa a la que se accede por medio de unas escaleras también de madera, en armonía con todo el conjunto.

Los colores de las fachadas de las casas tradicionales y populares, de gruesas paredes, suelen ser variopintos y sorprendentes, aunque, últimamente, exista una tendencia hacia el blanco uniforme un tanto impersonal. Ejemplos de este tipo de arquitectura se encuentran dispersos por toda la Isla, pero hay conjuntos realmente interesantes, como el que se puede observar aún en el caserío de Masca.